miércoles, 20 de agosto de 2008

Alianzas electorales, ¿buenas intenciones o realidades?

Hace pocas semanas, dentro del calentamiento en la precampaña o campaña electoral adelantada, vimos en los principales medios de comunicación, que los partidos de derecha estaban discutiendo posibles acuerdos electorales. Se habló de alianzas en ARENA y de coaliciones en el PCN, como dos opciones que dependían de dos puntos de vista diferentes para discutir cualquier acuerdo entre los dos partidos, de cara a las próximas elecciones.

Lunes 20 de agosto, 2007
Juan Ramón Medrano, analista político
redaccion@centroamerica21.com

Y últimamente, hemos presenciado acercamientos entre los partidos de izquierda; de hecho, el 15 de agosto de este año, en LPG fue publicada una página completa por el FDR, con el título de “La gran alianza electoral”, en el cual hacen un llamado a los partidos, movimientos de la sociedad civil, ex miembros del FMLN y sectores de la empresa privada que estén a favor de la transición democrática, para dar continuidad y consolidar el proceso democrático abierto con los Acuerdos de Paz.Hablan de construir las bases de un programa de nación libre de ataduras ideológicas, para que sea impulsado por un gobierno de amplia participación y de unidad nacional. Que se elija de entre una lista de cinco personalidades, la formula presidencial que representará a esa alianza en las elecciones del 2009.

A mi me parece muy positiva, democrática, integradora e incluyente dicha propuesta y felicito al FDR por tan bien intencionada propuesta política; sin embargo, para que cuaje debe haber muchísima madurez, voluntad e interés de país, por encima de los intereses personales, de grupo, o partido político y por eso, lo veo bastante cuesta arriba. Comencemos por los que serán el motor principal de la gran alianza, los partidos políticos: el PDC, es un partido de centro derecha, que ya reaccionó diciendo que ellos irán solos; el Cambio Democrático, es un partido de centro izquierda, que en los experimentos históricos de alianzas en elecciones presidenciales, y particularmente en los acercamiento al frente, ha salido mal parado; el FDR es el principal proponente y por lo tanto va a hacer todo lo posible por que su plan cuaje.

Veamos ahora algunos elementos a favor o en contra de la gran alianza en el FMLN, principal partido de izquierda y el más fuerte de la oposición, de quien dependerá que la gran alianza propuesta cobre vida: necesita aprovechar al máximo el actual contexto latinoamericano positivo, que podría tender a complicarse en los próximos años y cambiar en contra de sus intereses en Nicaragua, Venezuela, Bolivia y Ecuador, razón por la cual podrían tratar de ampliar lo más posible el espectro de votantes buscando alianzas o acuerdos electorales con un agrupamiento de centro izquierda, punto a favor de la alianza; en el debate eterno entre candidato externo o interno, la última experiencia no fue tan mala, pero perdieron las elecciones con su mejor carta y ya no tienen un líder interno carismático de la talla de Schafik Hándal, por lo tanto podrían inclinarse por probar con un candidato externo y ampliador.

Pero el FDR habla en su comunicado de construir las bases de un programa de nación libre de ataduras ideológicas ¿aceptaran las bases, cuadros intermedios y dirigentes más radicales del FMLN un programa que no tenga el sello ideológico socialista? lo veo cuesta arriba. Aceptará la militancia del frente el regreso de los ex miembros de la ex comandancia general, a quienes ha acusado de traidores, vendidos a la derecha y otros epítetos más fuertes; y del otro lado, ¿aceptaran los que se salieron regresar a un frente hostil? lo veo cuesta arriba. ¿Aceptará el frente un papel protagónico de otras fuerzas como el FDR y de personalidades de la sociedad civil, sin ponerles una camisa de fuerza? lo veo cuesta arriba.Pero como la peor lucha es la que no se hace, y los objetivos más difíciles son los que dejan los mejores frutos y en este caso es la mejor alternativa para el FDR, que de participar en las próximas elecciones solos, no harían ninguna diferencia, les deseo suerte en su empeño de construir la gran alianza nacional, aunque naden contra corriente.

lunes, 11 de agosto de 2008

Nicaragua: ¿La revolución traicionada?


El 19 de julio de 2008 se cumplieron 29 años del triunfo de la insurrección sandinista y la consiguiente derrota del dictador Anastasio Somoza en Nicaragua. Muy lejos están aquellos años en que tanto los movimientos revolucionarios como la intelectualidad latinoamericana, celebrábamos y saludábamos con júbilo la segunda revolución triunfante en nuestro continente.

Juan Ramón Medrano
Analista político

La Revolución Deseada.
Rememorando las imágenes de Fidel Castro y sus barbudos entrando a La Habana dos décadas atrás, al ritmo de las canciones de los hermanos Mejía Godoy, los muchachos sandinistas entraban a los barrios de Managua, montados en los tanques que le habían quitado a la otrora temida y odiada, y ahora derrotada Guardia Nacional de Nicaragua. La revolución sandinista renovaba las esperanzas latinoamericanas de un triunfo revolucionario en El Salvador y Guatemala; la sandinista, era la revolución pragmática, refrescante, alejada de los esquemas tradicionales soviéticos. El triunfo en Nicaragua era el ejemplo a seguir, significaba un segundo aire para los revolucionarios latinoamericanos y del mundo, pero en especial para nosotros, sus vecinos salvadoreños. Una década atrás, la revolución cubana había perdido su aura e independencia, a raíz del apoyo de Fidel Castro a la invasión soviética en Checoslovaquia y su obligado, pero evidente, alineamiento con el Bloque Socialista.


A fines de los años setentas e inicio de los ochentas, años en que cobraba fuerzas la revolución salvadoreña; Latinoamérica vivía una buena época en el terreno teórico político, ya que los intelectuales habían encontrado una respuesta plausible a la pobreza y el subdesarrollo de nuestros países, con la Teoría de la dependencia. Los revolucionarios teníamos también a nuestros propios héroes a quienes emular y venerar: el Che Guevara, Camilo Torres, Carlos Marighela en Latinoamérica; y aquí en Centroamérica: Farabundo Martí, Augusto C. Sandino y Carlos Fonseca, entre otros. Los jóvenes estudiantes universitarios y de secundaria, junto a maestros y profesionales, éramos la vanguardia revolucionaria; y aunque algunas veces lo hacíamos de manera balbuceante, y otras de manera tosca e imprecisa, por la falta de formación teórica, construíamos planteamientos estratégicos, análisis de coyuntura, y en términos generales, señalábamos el camino de la revolución con nuestra práctica consecuente.
El 10 de enero de 1981, el FMLN histórico lanzamos con mucho entusiasmo y convicción revolucionaria, la ofensiva final, que en la práctica resultó ser la ofensiva inicial; por que a partir de esta actividad es que la guerrilla salvadoreña desarrolló los frentes de guerra en las zonas rurales. Después de ocho años de una intensa guerra que cobró decenas de miles de victimas, logramos resistir, desarrollarnos y acumular fuerzas para lanzar la ofensiva Al Tope, del 11 de noviembre de 1989.

La Revolución Fracasada.
Pero en esos días estábamos viviendo una paradoja: miles de revolucionarios salvadoreños estábamos lanzando la más cruenta, fuerte, intensa y prolongada actividad armada sobre las principales ciudades del país, con el fin de lograr una victoria militar, para imponer un gobierno socialista. Solamente que esta vez, las condiciones eran totalmente diferentes a las del 10 de enero de 1981, cuando aun estaba fresca la victoria sandinista, dos días antes, cuando estábamos terminando los últimos preparativos de la ofensiva, se estaba desarrollando un hecho que implosionaba los cimientos del edificio del Bloque Socialista: el derrumbamiento del Muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989. El paradigma socialista se desdibujaba, la tan ansiada sociedad sin clases, en donde no existiera la explotación del hombre por el hombre, después de 72 años de experiencia soviética, y que el socialismo realmente existente, resultara un experimento fallido.
Unos meses después, en febrero de 1990, sucedía otro hecho que causaba también un efecto negativo para los ánimos revolucionarios salvadoreños: el FSLN perdía las elecciones, y la guerrilla salvadoreña al gobierno vecino amigo; pero este hecho tenía además otro efecto de carácter estratégico para los análisis revolucionarios, demostraba la reversibilidad de la revolución.

La Revolución Traicionada.

Dos décadas después de la recordada revolución sandinista, el pueblo nicaragüense ha vuelto a tomarse las calles de Managua. Pero esta vez está dividido, pues al mismo tiempo que el presidente Daniel Ortega celebraba desde el gobierno los 29 años de la revolución sandinista, otro importante contingente protestaba por las medidas económicas, políticas y sociales de su gobierno; portando carteles que decían "Daniel y Somoza, son la misma cosa". Antiguos líderes revolucionarios encabezaban el descontento; y junto a ellos, los hermanos Mejía Godoy, que se negaban a aceptar que su música fuera usada por Daniel Ortega y su gobierno al que acusaban de traicionar la revolución. Dora María Téllez, Víctor Tirado, Sergio Ramírez, Henry Ruiz y muchos otros ex dirigentes sandinistas son los principales críticos de los métodos y las medidas del gobierno, consideradas por ellos impopulares y dictatoriales. Además de inútiles para mejorar las condiciones de vida de los más necesitados.

El llamado Socialismo del Siglo XXI, que Ortega, Chávez, Morales y Correa profesan, son solamente variantes de los gobiernos populistas que existieron en América Latina en los años cincuentas; no son ni la sombra del gobierno socialista y revolucionario cubano de los sesentas que logró erradicar el analfabetismo, la pobreza extrema y las enfermedades endémicas de nuestros países; ni siquiera se acercan a las medidas revolucionarias del primer gobierno sandinista, que fuera apoyado por la intelectualidad de la izquierda latinoamericana. Ahora, Eduardo Galeano y otro grupo de intelectuales de izquierda han mostrado su rechazo a las medidas autoritarias del nuevo gobierno sandinista, y su solidaridad con los ex dirigentes sandinistas opositores a Ortega.

Ahora, son los estadistas que aprendieron las lecciones de los fallidos gobiernos socialistas centralizadores los que han logrado desarrollar económicamente a sus países y mejorar las condiciones de vida de los más necesitados; son los gobiernos responsables y respetuosos de las libertades democráticas, los que han logrado consolidarse y gozan de mayor apoyo de sus pueblos, según el último estudio del Iberobarómetro, realizado los últimos días de julio. Y por el contrario, Chávez y Ortega, quienes realizan múltiples maniobras para mantenerse en el poder ilegítimamente, como la inhabilitación de sus opositores por organismos totalmente afines a sus gobiernos, son los más impopulares.

lunes, 4 de agosto de 2008

Se acorta la distancia y las percepciones cambian

Según las últimas encuestas la derecha se ha acercado tanto al Frente, que la percepción es que Mauricio Funes está debilitándose y Rodrigo Ávila fortaleciéndose. Se puede decir que se ha ido creando la percepción de que ya no es muy seguro que Funes gane las próximas elecciones presidenciales.

Juan Ramón Medrano
Analista político
redaccion@centroamerica21.com

Los últimos días de julio del 2008, han aparecido las encuestas de LPG Datos y Mitofsky. La percepción primera que me ha quedado de ambas encuestas, es que el candidato del FMLN Mauricio Funes se ha estancado, que está teniendo problemas para mantener la ventaja de alrededor de 20 puntos que tenía al principio del año. Pareciera que las previsiones que algunos analistas hicieron de que por haber salido a la pista a correr solo, sin competidor, lo iba a cansar antes de tiempo se están cumpliendo. Según la encuesta de LPG Datos, tanto en la encuesta de junio, como en la de julio, la diferencia entre Mauricio Funes y Rodrigo Ávila es de 6 puntos a favor del primero ;pero la gente lo que en general recuerda, es que hace unos meses las encuestas le daban alrededor de 18 puntos a Funes y el FMLN arriba de Ávila y ARENA; ahora la diferencia es de un dígito, y según las ultimas dos encuestas aquí comentadas, esa diferencia se ha reducido a entre 6 y 3.6 puntos. En el caso Mitofsky en junio la diferencia era de de cuatro y medio puntos y ahora es de tres y medio, lo cual arroja un virtual empate. Se ha acercado tanto la derecha al Frente, que la percepción es que Mauricio Funes está debilitándose y Rodrigo Ávila fortaleciéndose.

Podemos decir que se ha ido creando la percepción de que ya no es muy seguro que Funes gane las próximas elecciones presidenciales: según Mitofsky, en mayo habían casi 10 puntos de diferencia entre los que creían que el FMLN iba a ganar la presidencia, que era el 37.5 %, contra el 26.7% que creía que ARENA; ahora en julio, el 35.7 % cree que ganará el FMLN y el 33.2% que ARENA, son únicamente dos puntos y medio de diferencia. De nuevo hay un virtual empate en la percepción de la gente sobre quien ganará las próximas elecciones presidenciales.
Y como en política las percepciones cuentan, yo creo que es importante un dato que por primera vez también, desde que Funes fue lanzado como candidato, favorece a la derecha. En LPG Datos: ante la pregunta ¿Quién cree que ganará las elecciones? El 33% cree que ARENA y el 30.1% que el FMLN; en este caso, es más favorable el dato de LPG que el de Mitofsky.

Continuando con la encuesta de LPG Datos: en relación a las propuestas de campaña, ante la pregunta ¿Qué candidato presidencial o partido político está presentando las mejores propuestas? El 32.6% mencionó a Rodrigo Ávila o ARENA y el 25.3% mencionó al FMLN o a Mauricio Funes: en este caso, hay una diferencia de casi siete puntos y medio a favor de la derecha. Y las propuestas que la gente más recuerda y valora bien son las de aumento de salarios, mejora de pensiones y ayuda directa a municipios y zonas más pobres. Lo cual nos reafirma que no es automático que la separación per se del candidato Ávila del gobierno es lo que ayuda. Lo que de aquí se puede concluir, es que: lo que tanto algunos areneros dudosos como algunos electores indecisos quieren ver es la autoridad y liderazgo del candidato Rodrigo Ávila. Ante la pregunta: ¿en su opinión que partido político tiene más capacidad para gobernar? ARENA tenía en junio 36.5% y el FMLN 26.9%, con una diferencia de nueve y medio, casi 10 puntos; en el mes de julio ARENA tenía 40.0% y el FMLN 24.6%, con una diferencia de quince y medio puntos. Y según la encuesta de LPG Datos, en general la imagen de la derecha ha mejorado y la de la izquierda empeorado.

En relación al candidato a Vicepresidente de la derecha, LPG Datos, saca una lista en la que aparece arriba la señora Vicepresidenta con 4.5% y a Arturo Zablah con 4.0%, el resto sale bastante más abajo, y son dos figuras cercanas al Presidente Saca, César Funes y René Figueroa, los otros dos que siguen en la lista. Que la Vicepresidenta salga arriba no es raro, pues está casi todos los días en los medios de comunicación, la novedad es Arturo Zablah, quien aparece como una figura que podría darle valor agregado a la formula de la derecha; sin menospreciar la de la señora Vicepresidenta.

Actos de imagen electoral.

Y por otra parte, el domingo 17 agosto del 2008, el FMLN presentará a sus candidatos a diputados y sus ideas de plan de gobierno. En esto, lo más seguro es que los candidatos a diputados sean militantes antiguos del Frente, y en su mayoría poco conocidos; mientras que con el plan de gobierno, si no sucede algo extraordinario, lo más probable es que como lo han comentado la mayoría de medios de comunicación, el Frente presente algunos puntos coincidentes con la derecha, y el resto, seguramente serán ideas muy cercanas a las que ya hemos escuchado en los mítines del candidato Mauricio Funes.
La derecha tiene ventajas en esto de los actos de imagen: aun no ha presentado su candidato a Vicepresidente, también podría presentar figuras nuevas y capacitadas para ejercer como diputados; además, podrían presentar algunas figuras atractivas de los llamados a formar parte en su gabinete de gobierno; y por otra parte, su plan de gobierno si está bien diseñado, podría generar expectativas ante el electorado.

El FMLN y Mauricio Funes tiene la ventaja de que el electorado quiere un cambio, en este aspecto el candidato de la izquierda puede vender ilusiones. Por su parte, la derecha y Rodrigo Ávila tienen la desventaja de cuatro periodos de gobierno arenero y una crisis mundial que golpea la situación nacional. Claro que en la crisis hay también una oportunidad para ellos: si el gobierno del Presidente Toni Saca realiza las obras sociales y toma las medidas económicas efectivas y oportunas en función de las principales necesidades de los salvadoreños, entonces el electorado tendrá la posibilidad de evaluar positivamente sus obras y premiarlo. Pero si no lo hace, entonces el resultado será exactamente lo contrario, castigar a la derecha y darle el beneficio de la duda a Funes y la izquierda.